Cuando un sueño entra en la mente de su dueño, establece un vínculo oculto con la realidad.
Hola a todos y
bienvenidos a mi blog. Soy Leo Sarmed y en esta entrada continuaré compartiendo
trozos de mi sueño con vosotros.
Esto no es un
relato, ni se trata del capítulo de alguna serie de ficción. Es más bien esa
clase de entradas que se acercan a las personas y abren el alma para compartir
vivencias y fantasías.
Ya comenté mi
gran aspiración a ser escritor. Desde que empecé a escribir recibí un gran
apoyo por parte de todo mi entorno: familia, amigos, profesores...
Lo que más
destaco de ello son esas noches en las que dedicaba fragmentos especiales a
seres queridos o fantasmas del pasado que ya no están conmigo. Esas lágrimas
que no se aprecian a simple vista forman parte fundamental de cada texto.
Cuando percibía que las personas se percataban del sentimiento que encerraba cada
línea, lograba llegar a un estado de plenitud tal que me resultaba casi
imposible dejarlo.
Las cosas
fueron cambiando y mi curso resultaba más difícil y tedioso. Consideré que la
escritura sería un lastre para mis estudios, pero me equivocaba. Necesitaba ese
breve momento en la noche para evadirme y liberar todo ese peso del día a día.
Claro...
necesito escribir o eso es lo que siento. Esa es ahora mi “droga”, mi
liberación y mi desahogo más absoluto.
¿Sabes?
Mientras tecleo cada letra y cada coma siento que me lees. No te conozco, pero
una parte de mí contacta contigo. Si yo lo siento, sé que tú también puedes
sentirlo.
Ese es otro de
los motivos por los que dedico una parte de mi tiempo a ello, porque cuando
hallo el mundo vacío y sin sentido, establezco un vínculo mágico y especial
contigo, con cada persona que lea lo que escribo. Es tan maravilloso...
Era éste otro
pedazo de mi sueño que quería compartir. Espero que os haya gustado.
Sentiros
libres de comentar y no olvidéis regalarme un me gusta en Facebook o participar
del blog para no perderos nada.
Gracias por
formar parte de todo esto. Un fuerte abrazo, Leo.
A mí me pasa lo mismo, me comunico mejor por escrito que hablado, me ayuda a pensar con claridad y ha entenderme, y siento que comparto una parte de mí con el lector. Llena, pero a la vez es inquietante, pues el que lo lee no siempre entiende cuanto pones de ti, por eso considero muy importante un comentario. Gracias por esta entrada, me has inspirado para mi escritura de hoy.
ResponderEliminarClaro. Me gustaría darte un consejo: nunca dejes que te influyan las ideas o intervenciones negativas de otros, porque las hay. En compartir cabe la comprensión y la búsqueda de tantos matices como tenga el alma de cada escritor y cada soñador.
EliminarMe encantaría leer cosas tuyas, seguro que están repletas de algo más que letras.
Muchas gracias por comentar y estás invitada a visitar el blog cuando quieras.