A menudo no sabes si lo estás haciendo bien o mal. Cuando te preocupa en cierta medida cada paso que das al no saber si vas en la dirección correcta, si lo que vives es lo que quieres vivir o si lo que consigues es aquello que deseas tener.
Encuentro en mi camino todo tipo de personas. Unas se conforman con ser un bulto. Hay otras que perfectamente podrían pasar por ser un número. Por otro lado está ese otro tipo de personas... de esas que sí me llegan a importar por una sencilla razón: quieren ser personas.
En mi vida, al menos, quieren ser personas.
Ahora mismo, quiero sentirme también persona. Este no es un post como los que suelo escribir. Por esta vez quería aprovechar la plataforma para ser mas yo y, quizás de esa forma, alguien fuese capaz de leer una interpretación distinta de lo que pienso.
Me encuentro en un momento en el que me cansan los juicios, las expectativas y lo inalcanzable que se vuelve a veces el final del día. ¿Sabéis esa sensación de sentiros tan pequeños ante algo que os importa? Puede pasaros con una persona, con un objetivo, con la obtención de conocimiento en algún campo concreto o incluso con las propias ganas de vivir.
Si escribo esto ahora mismo es también por eso, por sentirme pequeño entre estas letras. En un mundo donde lo breve adquiere especial relevancia y se relegan a un segundo plano las ideas. Donde cada vez es más difícil expresarse por temor al rechazo, por la síntesis en 140 caracteres de los que si te sales empiezas a aburrir o a hacer perder el tiempo a otra persona o donde llega mejor un estado si lo acompañas con gritos y dubstep.
Tras todo lo que aquí se pueda mostrar sigue estando un adolescente con los mismos complejos e inseguridades que cualquier otro. Un chico que pretende transmitir una idea y aprender de las ideas de otros que quieran aportarlas.
Sí, me siento pequeño ante el camino que queda por recorrer. Pero ¿sabéis qué?
Es lo recorrido lo que a todos nos hace cada día un poquito más grandes.
Si todo esto ha servido para que al menos uno de vosotros deje de lado los números y pase a considerar a la persona. Si todo esto ha servido para que recordéis el valor que tenéis y que son vuestras experiencias- el camino ya hecho- lo que nadie os podrá quitar jamás, esta noche podré descansar tranquilo.
Os sentiría algo más cerca.
Y me despido, agradecido por tener la oportunidad de ser escuchado (metafóricamente), con otro pedacito de mí en forma de foto.
Atentamente: Leo
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