lunes, 28 de marzo de 2016

"Titulitis"

El día que nos demos cuenta de que una persona existe de cuerpo para adentro habremos dado un paso adelante en nuestra evolución.
                    

No aparece en ningún manual diagnóstico ni muchos se detienen a pensar en ello, pero España padece un trastorno de difícil cura que podríamos llamar "Titulitis".
¿Qué es eso? ¿Es grave? Bueno, realmente resulta muy molesto a menudo.

Ya os habréis dado cuenta de que en la mayoría de noticias (y más aún, artículos de opinión) se destacan las referencias a títulos de quien aporta un punto de vista o una novedad. No es nada nuevo el principio de autoridad ni hace falta mucho para darse cuenta de cómo funciona pero, ¿hasta dónde lo estamos llevando? Personalmente considero que estamos degenerando un factor adaptativo hasta volverlo en nuestra contra, potenciando la generación masiva de ignorancia y "cuñadismo" (entendiendo por cuñado aquel que opina mucho y aprende poco).

Seré claro con vosotros. Todo esto me jode. Así de claro y directo. Me jode porque son ya demasiados los que se acogen a títulos para dar fuerza a sus palabras y son más aún aquellos que caen en el juego.
Para empezar, si tus palabras tienen fuerza, si tienen algo que decir realmente, podrán llegar a la gente sin necesidad de estrategias absurdas de manipulación comunicación social. Yo me declaro  lingüista y quien quiera que busque información acerca de ello.

Además, me sorprende el peso que se le da a lo que uno puede decir que es. Quiero recordaros que un doctorado, un máster, una cátedra, un curso o un diploma es algo que se TIENE, no que se es. Se ha derivado demasiado al hablar de catedrático o doctor en... Pero siento deciros que no se es, se tiene. Y digo esto porque resulta decepcionante llegar a ver lo que muchos hacen por conseguir tales "méritos". Siento decepcionaros con un azote de realidad pero pese a lo que aún se cree, no todo se consigue por el esfuerzo o los conocimientos adquiridos.
Vivimos en un entorno en el que puedes conseguir pasar unas oposiciones con un 10% de materia estudiada (con dudosa metodología), donde dentro de un mismo título caben muchos matices cuantitativos y no podría olvidarme de esa parcela de educación privada que infla la cualificación personal a base de billetes.

Lo anterior me lleva a algo aún más turbio. No todos tienen las mismas oportunidades de aspirar a conseguir determinados elementos de su currículum. ¿A alguien le suena el enchufismo? Y no sólo eso. Me abochorna pensar en los tratos de favor, en las "consideraciones" dadas bajo cuerda o incluso en la manipulación institucional directa o indirecta.

¿Avalan los títulos nuestra preparación? Viendo el panorama en el que pesa más el dinero que la evolución personal, permitidme que lo dude. He conocido personas autodidactas que han conseguido avances increíbles sólo a base de PASIÓNPor eso vemos a un youtuber mejor preparado en audiovisuales que un técnico de televisión o a una niña de 8 años hablando más de 5 idiomas (sin haber asistido nunca a la escuela).

En fin, me llena de impotencia que se siga dando tanta importancia a algo que en base está movido por el dinero y que desplaza el conocimiento, la competencia de la persona y muchas de las mejores cualidades del ser humano.
Por eso mi reflexión es que vale más lo que la persona demuestra en el campo que en el papel impreso. Así que no os dejéis engañar y analizad toda noticia u opinión con criterio, sin dejaros deslumbrar por unos títulos pomposos, que no siempre el animal más grande es el más peligroso.

Y en cuanto al trabajo, no os preocupéis tanto por vuestro currículum demostrable. He visto que en muchas entrevistas de trabajo saben valorar algo más que los títulos. Es importante la habilidad de la persona, su actitud, su impulso, que haya viajado, que tenga competencias sociales visibles o un hábito claramente saludable.

No todos son títulos. A veces, incluso, se valoran las personas y eso... eso hace que tenga aún esperanza.

¡Y hasta aquí!
Gracias por leerme una vez más. Necesitaba desahogarme y compartir este pensamiento con vosotros. Espero que haya servido de algo, aunque sea para debatir y aprender unos de otros.
¡Un abrazo enorme!

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