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domingo, 26 de abril de 2015

To write love on her arms | Película

"Su historia no es única, pero ella sí".

Título: To write love on her arms.
Año: 2014.
Duración: 102 min.
País: Estados Unidos.
Director: Nathan Frankowski.
Guión: Kate King Lynch, Nathan Frankowski.
Fotografía: Stephen Campbell.
Reparto: Kat Dennings, Chad Michael Murray, Rupert Friend, Mark Saul, Juliana Harkavy.
Productora: Birchwood Pictures | Noble Pictures | Two Streets Entertainment.
Género: Drama | Biográfico.





Sinopsis:
La película narra la lucha de una joven por superar sus adicciones y su depresión. Su historia inspirará y ayudará a miles de personas en todo el mundo.

Review | Opinión.
Inspiradora historia, interpretación lograda y banda sonora cuidada. Lo que destaco del film es su capacidad de hacer imaginar al espectador más allá de lo que muestran sus imágenes. Consigue evocar momentos y ayuda a empatizar con cada personaje, especialmente la protagonista.
Su comienzo refleja a la perfección la magia y la transición de momentos entre la infancia y la adolescencia.

Con gran crudeza narra una serie de devenires de sobra compartidos en esta sociedad; alimentando asimismo la conciencia general hacia determinados problemas y la dificultad que supone salir de ellos.

Me ha encantado su fidelidad a la hora de ilustrar las distintas etapas y momentos que atraviesa una persona con problemas de adicciones y depresión, así como su visión de la vida, sus antecedentes y su forma de actuar o sufrir.

Por otro lado, me hubiese gustado otro nivel de profundidad a partir de la segunda mitad de la película. Hay una chispa que me ha faltado y me ha dejado una "activación a medias". Quizás se deba a que no se persigue la lágrima fácil y sus escenas maestras tienden a ser breves.

Así que, dicho lo cual, pasamos a la valoración.

Valoración.

Puntos positivos a su conmovedora historia, a lo logrado de una impecable Kat Dennings y a la banda sonora.
Con algunas pegas sin demasiada importancia y porque me ha faltado algo esencial, mi voto para esta película es:


Imperfecta pero muy recomendada.

***


Pues esto ha sido todo por hoy, chicos. Espero que os haya gustado y orientado este post. Si véis la película o la habéis visto, me gustaría conocer vuestra opinión al respecto.
También me gustaría que me sugiriéseis películas para ver y comentar aquí.

Y ahora os lanzo una pregunta:
¿Qué género cinematográfico os gusta más?

Ya sabéis, podéis dejarme vuestros comentarios abajo o en redes sociales.

Como siempre, mil gracias por estar ahí y formar parte de todo esto. Sin vosotros, no tendría sentido.

Un abrazo enorme y...
¡Hasta la próxima!

viernes, 2 de enero de 2015

15 Segundos.

Los regalos pueden adquirir diversas formas. 
Ésta, es una de ellas.
Este no es un post largo ni presenta demasiada reflexión. Tan sólo quiero haceros partícipes de uno de esos pequeños detalles de la Navidad, un regalo que hoy me llegó desde un lugar tan imprevisible como es Whatsapp.

 "¿Te puedo hacer un regalo aun sin saber si te gustará?"


Me encanta...

"¿Sabes cuánto dura un instante?
15 segundos..."


Hasta la próxima chicos y gracias por seguir ahí.

martes, 23 de septiembre de 2014

Granada #3 | Emociones.

Esta ciudad me abraza, me colma de sensaciones que antes sólo soñaba. Esta ciudad me llamaba y ahora... ahora me tiene.

Es tan difícil describir con palabras la esencia misma de toda esta magia. Aun así, lo intentaré; intentaré transmitiros lo que siento, lo que estalla dentro de mí en este presente infinito abarcado por el pasado y el futuro mismo.

Hoy empiezo la universidad, mi primer curso. Todo es desconocido para mí, pero tengo ganas, muchas, porque sé que estudiaré lo que de verdad quiero, lo que me permitirá aportar algo a los demás: psicología.

Pero no es de hoy de lo que quiero hablaros, sino de estos dos últimos días. No escribí esto antes por cuestiones de tiempo, pero nunca es tarde.

El domingo fue un día increíble. Eran sobre las dos de la tarde cuando mi compañera de piso me propuso salir por Granada. 
Durante ese paseo me dejé fascinar por sus calles, hice fotos a todo lo que me llamaba la atención o, sencillamente, me parecía bello.
Almorzamos una pizza de carne picante y seguimos nuestro camino por el Albaicín. Me encanta esa vida que derrochan las calles y plazas, el gentío y su energía, su saber estar.
Los lugares que más me gustaron no pretendo describirlos aquí, y aunque prefiero mostrarlos por fotos, siguen guardando con recelo su esencia en la realidad que me acercó a ellos.
Un puente que se alzaba sobre un riachuelo de relajante y evasor sonido, unos baños árabes que te mostraban con el recuerdo de sus piedras lo que un día fue, unas calles capaces de hablar, unos adoquines con relatos fantásticos, un mirador colmado del bohemio sonido de su gente y la Alhambra saludando orgullosa sobre la ciudad.
Ese atardecer tras las montañas y las nubes, tras ese abrazo de cielo y civilización que mostraba con cierto misticismo matices de realidad entre mito y vida.

Largas y enriquecedoras conversaciones con esta mujer de 50 años, tan jovial como vivida, son algo a destacar.

Llegué al piso cansado y con ganas de tumbarme, la cama me atrapó y fue imposible narrar la experiencia de lo que fue.

El día siguiente comenzó con otro paseo, pero esta vez con mi compañero de piso, un joven de 22 años que pronto dejará el piso para irse a otra zona de la ciudad. Vi otra Granada, más amplia, más enérgica, más... vigorosa. En ese paseo no tomé instantáneas, pero conservo cada fuente y ruta en mi mente de forma impecable.

Lo intenso volvió al atardecer. Belén (la compañera), me pidió que la ayudase a llevar unas cosas al una famosa empresa de compra-venta de artículos de 2ª mano que no diré que es Cash Converters.
Fue a desprenderse de objetos y recuerdos que no podía arrastrar consigo, pues en pocos días se va a Madrid a empezar una nueva vida. Verla colocando sobre aquel mostrador libros algo gastados encendió algo en mí. 
Ella es la imagen bohemia por excelencia, una persona con una economía suficiente para su sustento y un viajar librándose de "lastres materiales" cargados de valores emocionales.
Me partía el corazón aquella escena, ver cómo el encargado clasificaba los libros y rechazaba la compra de la mayoría sólo por su imagen. Entonces lo vi claro: no importa el contenido, no importan las letras, esas historias y tramas que ella habrá leído, disfrutado, aprovechado y sentido, sino la mera apariencia externa.
Debe ser muy difícil desprenderse de algo que te ha acompañado mucho tiempo y tiene tal carga afectiva para ti, eso fue lo que me dolió, junto a escucharla decir "tendré que tirarlos".
No podía llevárselos por cuestión de transporte y espacio, pero yo no podía permitir que tirase unos libros que, como muchos lectores sabrán, pueden ser tan enriquecedores a nivel personal.
Me los he quedado, son poco más de veinte. Me he propuesto algo que ya os contaré más detenidamente en otro post, pero... ¿tirarlos? no.

La noche de ayer terminó entre un par de tapeos y más conversaciones de esas que te aportan tanto como persona y como ser humano. 
Sencillamente, mi estancia aquí está siendo increíble y, por supuesto, la agradezco inmensamente.

Este post se lo quiero dedicar a Belén por ser, en cierto modo, su protagonista. Desde aquí le deseo mucha suerte en su viaje y mucha fuerza en su lucha de ideales y valores. Es uno de esos seres de luz...


En cuanto a vosotros, agradeceros también que estéis ahí día tras día. Aunque lo haya obviado, sigo trabajando bastante en el blog y los resultados son muy satisfactorios a todos los niveles. GRACIAS.

Me gustaría conocer vuestra opinión: 
¿Conocéis Granada? ¿Qué os parece? ¿Os ha gustado el post? 
¿Cuál ha sido la experiencia más intensa o nostálgica que habéis vivido? 
Ya sabéis, dejadme vuestras aportaciones abajo en los comentarios; me interesa leeros.

Un abrazo con sentimiento y...
¡Hasta la próxima!

*Todas las imágenes del post son propias, realizadas durante el primer paseo narrado.

sábado, 20 de septiembre de 2014

Granada #2 | Comienzo de una nueva vida.

Me asomo a la ventana y veo gente buscando en el contenedor que se encuentra junto a mi bloque de pisos. Miro al frente y en el pequeño firmamento de luces de Granada me siento afortunado. No obstante, ¿cómo son estos primeros días en mi nueva vida?
Vacío, una palabra tan rotunda y simple podría definir lo que siento ahora mismo. Esta ciudad me ha enamorado, es cierto, pero este comienzo no deja de ser un completo vacío. Me siento como un niño chico al que le muestras un folio en blanco. Su imaginación puede abarcarlo todo y seguramente desee plasmarlo, pero toda esa ilusión permanece aún en el aire y el papel sigue en blanco. Todo se sume en el desconcierto. No sé cómo serán los meses próximos y, lo que más me preocupa, no sé cómo seré yo en esos momentos.

Temo fallar, temo hacer de este punto de partida un camino sin salida. Y es que esto no deja de ser un punto de partida. Aquí estoy yo, a solas frente a mi propia vida y con oportunidades en el aire que aprovechar.

En cuanto a la soledad de la que hablo, es esa misma de querer salir y no tener a quien llamar; que todos esos contactos estén ahora lejos, demasiado tal vez. Y mi vida aquí ahora mismo, en estos días "preuniversitarios", son un reflejo de mi estado. Tengo tres compañeros de piso que a veces están y a veces no, pero van a lo suyo. Cada comida la ingiero solo y, aunque parezca una tontería, es de esos pequeños detalles que importan. No tengo una conversación, no tengo alguna caricia o gesto después; si los echo de menos es por cuando los tuve.

Me gustaría la interrupción en el cuarto de alguien que de verdad se interesase por mí, alguien que me buscase para, simplemente, darme un momento breve de felicidad.

Estoy bien aquí y, si dijese lo contrario, mentiría. El vacío no tiene bueno ni malo, por eso se llama así: "vacío".

Posiblemente lo peor de este estado sea tender a recordar esos momentos en los que el cariño se hacía palpable; algunos de ellos, incluso, protagonizados por personas que jamás podrán romper una férrea distancia formada por algo más que un par de kilómetros.

Sé que esto lo he dicho ya alguna que otra vez, pero es cierto que el blog es mi vía de escape. Me ayuda muchísimo desahogarme por aquí con algún resquicio de esperanza de que alguien logre entenderme.
Mientras escribo entro en conexión con un que me lee, y no sé exactamente si sentirás lo mismo. Yo lo veo como una carta, una carta a alguien desconocido que entra en mi habitación y me regala ese momento de felicidad, leyéndome y diciéndome en silencio algo parecido a: "te entiendo".

Sé que estás ahí y por eso quiero darte las gracias. Esta vez es distinto, esta vez no es la gratitud a un "vosotros", sino a ti. GRACIAS.

Y hoy, más que nunca, me despido con un fuerte abrazo. Hasta la próxima.


*Aquí os dejo una foto de mi "despachito". Con cariño: