martes, 27 de mayo de 2014

Bachillerato | Una pesadilla de dos años.

Hablemos claro, el bachillerato es una de las mayores mierdas que ha cagado nuestra sociedad.
Hola, soy Leo Sarmed y os doy la bienvenida de nuevo a este espacio compartido tan nuestro.
Hoy mismo acabé los exámenes y di comienzo a esa etapa de preparación de selectividad. Creo que es un buen momento para exponer mis quejas sobre bachillerato, que son unas cuantas.
En primer lugar dejar bien claro que tras una cortina de aprendizaje y preparación, tanto ciudadana como laboral y personal, se esconde una gran cantidad de porquería que empecé a descubrir este año.
Os pondré en contexto. Yo era el típico chico que sacaba buenas notas. Los consejos de allegados y personal docente solía ser el mismo: estudiar una ingeniería era prácticamente la única salida en estos tiempos de crisis. Nos llenaban la cabeza de esa idea de que todo era estudiar ingeniería e idiomas para poder emigrar a países como Alemania.
Ante tal hecho no puedo sentir más que impotencia y lástima. Entonces no me daba cuenta y pensaba que lo responsable era cuidar un futuro que no sabía que pertenecería a otros. Sí chicos... entré en el bachillerato de ciencias y tecnología. Ahora considero eso una decisión errónea, pero cuando me di cuenta ya no había marcha atrás (este curso).
1º de bachillerato fue un curso más avanzado pero aceptable. Acabé con una media de 8´8, nada mal a mi parecer. El verdadero problema vino tras entrar en 2º...
Todo comenzaba a mostrar su verdadera cara. La física era física de verdad y no esas pocas fórmulas fáciles de primero. Ya me habían advertido sobre eso...
Todo empeoraba mientras yo me empezaba a conocer a mí mismo. Empecé a entender entonces que los motivos de la mayoría era perseguir unas metas acordes a un ideal pésimo. Dicho ideal es ese que dice que es mejor quien estudia ciencias que quien estudia letras. Dicho ideal dice que se gana más dinero estudiando ingeniería o carreras técnicas y que con ello se alcanza un mayor grado de bienestar.
Mi interior pasó a la divergencia y yo pasé a una cierta introspección. Las fórmulas empezaban a resultarme totalmente vacías y esas repeticiones frías de números que algún día otros conocieron se presentaban como un futuro que no quería en mi vida.
De pronto todo se convirtió en eso, en prisas, agobios, profesores diciendo continuamente que no estudiamos, que no hacemos lo suficiente, agotamiento y un odio sin precedentes al despertador. Cada mañana necesitaba hablarme a mí mismo para motivarme y darme ánimos para levantarme y luchar un nuevo día. Estaba forzando un camino que descubrí que no era el mío, que no es el mío.
Ese machaque imperecedero se mantenía día tras día. Los números y exámenes no daban tregua. Mi afición por escribir se veía frustrada y mi actividad, menguada.
Las letras dejaron paso a los números y centraba mi tiempo en lo que “debía hacer”. Sentía entonces como me vaciaba por dentro.
¿Qué saco de todo esto? Bachillerato contiene una cantidad ingente de conocimiento que muchos no utilizarán para nada en su vida. Suponen una mezcla de asignaturas muy distintas que saturan la mente sin una productividad notable. ¿Cuántos se acuerdan de todo en septiembre?
Lo peor de todo es que bachillerato asesina la creatividad, asesina la actividad individual y el desarrollo libre de cada persona. Impide el correcto avance de las habilidades y capacidades de cada uno, creando y fomentando un autómata. En el caso de mi curso, todo parecía conducir más que nada a la deshumanización. “¡Estudiemos! ¡Tenemos que sacar mucha nota, estudiar una carrera importante, ser más que nadie, pisarnos unos a otros! ¡Tenemos que ganar más dinero y hacernos valer! ¡El conocimiento sólo sirve para generar riquezas y mirar a los demás por encima del hombro!”
¿Sabéis que os digo? MIERDA para todos ellos.
Yo no quiero tener que emigrar a otro país y trabajar con fórmulas frías para levantar los sueños de otros. Yo quiero quedarme y defender lo humano. Veo muy bien que aquellos a los que les gusten las cosas técnicas las estudien, pero no tienen por qué estudiar filosofía mientras la critican incesantemente.
Yo quiero levantar mi propio país, no irme. Yo quiero ser el creador de mis propias salidas, no depender de las salidas que me prometa tal carrera o tal otra. Yo quiero demostrar el valor del conocimiento, de las experiencias, de las PERSONAS y de ese otro plano que tan difícil parece de entender. Quiero luchar por mis propios sueños, aunque se presenten a priori imposibles; porque hacer algo que no te gusta te acaba convirtiendo en peón de los sueños de otro.
Estos estudios matan al individuo, lo convierten en una marioneta de la sociedad y del consumo, de las leyes del mercado. NO SOMOS MERCANCÍA.
Eso es lo que siento, eso es lo que aprecio desde dentro. Si no estás al pie del cañón, si no cumples las exigencias, el mundo te come, el entorno te come, la sociedad te come...
¿Y mientras qué? Quiero escribir cosas y compartirlas sabiendo que posiblemente pase hambre en un futuro. Estoy a pocos días de selectividad, ese examen que impulsa la competencia y la lucha entre estudiantes sudorosos y nerviosos centrados en superar a los demás. NO SOMOS RIVALES, SOMOS COMPAÑEROS.
Escribo esto porque necesitaba decirlo, necesitaba decir que las cosas no son fáciles ni las espero fáciles, pero sí espero que los demás no sean esa dificultad añadida.
No más prisas, no más exigencias. Quien quiere hacer algo y disfrutar algo lo hace con toda su alma, pero cuando no se puede no se puede...
Mi esperanza es este verano tan cercano. Deseo poder despertarme de forma natural, sin ningún ruido irritante; poder escribir y evadirme sin tener la mente saturada de matemáticas; olvidarme de los plazos y las prisas, dejar que todo fluya...
Quiero tener la libertad de intentar demostrar lo que puedo ofrecer, aunque sea poco, pero aportar a los demás esa marca que sea mía, ese pedacito de mi alma. Y es en forma de letras como consigo hacerlo...
No quiero ser un número, no quiero ser una seña, una nota, una cifra ordenada. Quiero ser una persona, un cúmulo de sentimientos, un ser, un algo más, un montón de latidos, una bolsa de sueños, una sucesión de luchas CON SENTIDO.
No quiero volver a la pesadilla de levantarme cada día forcejeando con mi voluntad y obligándome a darlo todo por algo que no amo, que no siento dentro de mí. No podía y no puedo...
Por si os lo estáis preguntando, las notas no han sido tan malas, aunque algo sí que han bajado. Espero sacar en selectividad nota suficiente para entrar en psicología o comunicación audiovisual.
Pero un rayo de luz surge tras pensar que esto se acaba... ya se acaba... Por fin podré respirar.


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Por mi parte despedirme con un gran abrazo y mi profundo agradecimiento por formar parte de todo esto.

4 comentarios:

  1. Me ha encantado y como me ha encantado tanto te enseño esto: http://embudodesinceridad.blogspot.com.es/2013/03/cambios.html
    Creo que te puede gustar y te puede reconfortar, porque todos nos equivocamos pero nos encaminamos de nuevo hacia nuestro sueño.

    Irene

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    1. Una lectora tan entregada como tú merecerá pronto un premio. Iré pensando algo... :P

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  2. No sé como lo haces pero a cada post que leo más me identifico contigo. Estoy totalmente de acuerdo contigo. Nos quieren hacer marionetas, personas frías sin sentimientos, quieren que dejemos de pensar y eso querido es algo verdaderamente triste. Espero no ser un producto de serie más de esta hipócrita sociedad.

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    Respuestas
    1. Agradezco mucho esa comprensión, pero ciertamente me faltó algo de luz en este post. Si eres capaz de dominar tu miedo y sujetar fuertemente las riendas de tu vida, si eres capaz de creer en ti independientemente de que lo hagan los demás y si eres capaz de tener esa determinación sólida y a la vez flexible y abierta, podrás tener esa libertad de crear de tu futuro la vida que quieres vivir. No alejes demasiado tu mente de donde estás ahora; simplemente déjate un buen rato cada día para hacer lo que de verdad quieras hacer y disfrutarlo al máximo. Esta vida es tuya y tus actos son los que van construyendo a la persona que eres.
      No temas a fallar y no temas a caer, que de lo primero aprenderás y de lo segundo te levantarás para seguir caminando con mayor empuje.
      Un abrazo y mil gracias por comentar =D

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