domingo, 18 de mayo de 2014

Mi "fobia".

La ruptura de esquemas supone la construcción de esquemas nuevos.
Hola a todos y bienvenidos una vez más a mi blog. Hoy voy a abrirme a vosotros completamente para cumplir así una promesa.
Es posible que muchos no entiendan lo que aquí expondré, pero confío en que lo consideréis con respeto y tacto.
Voy a compartir con vosotros la superación de un obstáculo que, aunque parezca una tontería en principio, supuso una limitación en mi vida. Sí, hoy acabo de dar por superada una fobia.
La promesa de la que os hablo me la hice a mí mismo hace algún tiempo. Me dije que si conseguía superar dificultades importantes lo compartiría con la gente para que de esa experiencia aprendiesen algo y lograsen motivación para abatir sus propias barreras.
Como ya digo, es una tontería que mantuve en silencio durante dos años. Consideraba eso algo tan ridículo que me avergonzaba contárselo incluso a mis círculos más cercanos. Mi fobia era a los autobuses.
¿Por qué? No lo sé exactamente. Siempre monté en autobuses sin problemas hasta hace unos cuatro años. Tal vez por una mala experiencia o por algún cúmulo de motivos que quisiera dejar al margen adopté un rechazo impropio a ese medio de transporte.
Parecía algo muy simple, pero me empezaba a dar cuenta de que me limitaba cuando salía con mis amigos o había alguna excursión. Siempre intentaba evitar que se notase, pero poco a poco tuve que ir confesándolo aunque pocos me entendieron.
¿Qué sentía? Pues era un rechazo total ante la imagen de esa puerta que se abría. Sentía una taquicardia creciente con sólo imaginar el acercarme a una parada y empezaba incluso a sudar levemente.
Me preguntaba por qué, cómo podía sentir un rechazo tan fuerte, pero ese era otro de los enigmas de la mente.
Me informé sobre fobias. Nunca fui a ningún psicólogo, era algo que debía superar por mí mismo con tiempo y paciencia.
Mi mayor temor vino con la entrada en segundo de bachillerato. Debido a la localización de la universidad donde debía hacer selectividad, tenía que usar sí o sí el autobús. Me propuse como reto superar esa fobia a lo largo de este curso.
En septiembre tuve mi primera toma de contacto, un viaje corto acompañado de mis padres. Conseguí subir y no me encontraba mal, pero no sentía superado ese malestar que persistía en mí al imaginarme de nuevo subiendo a ese cacharro infernal.
Así, poco a poco fui motivándome al recordar las veces anteriores que me montaba: si había podido una vez, podré dos; y si pude dos, podré tres...
Considero que hoy he superado totalmente ese rechazo porque hoy subí solo por primera vez al autobús, me senté junto a la ventanilla y logré sentir los placeres de un viaje más. Me levanté al término de mi viaje, se abrieron las puertas y un golpe de aire cálido me azotó el rostro al atravesarlas. Aquel paso tan cotidiano para muchos supuso para mí la prueba definitiva de la superación de un obstáculo de mi vida que, aunque idiota y simple, no dejaba de ser una barrera mental imposible a priori. No pude evitar lanzar esa sonrisa estúpida de complacencia mientras sentía como mi autoestima recuperaba una posición perdida por tantos fracasos y tanta frustración acumulada.
Ya soy libre, ya escapé del miedo y puedo deambular por mi vida sin esa limitación, sin una limitación más.
Comparto esto con vosotros para demostrar que se puede. Muchos atravesáis dificultades de mucho tipo, ya sean fobias o problemas. Quiero haceros ver con esto que lo imposible puede hacerse posible y que está en vosotros y en nadie más el superarlo.
Ya sé que pensaréis que esto es propio de un niñato más, que no supone problema alguno, pero durante cuatro años lo supuso. Asimismo debéis comprender que los caprichos de la mente no son tan fáciles de controlar. Al fin y al cabo una fobia es un temor irracional e infundado que nos impide actuar.
Fuese una tontería o no, la dejé atrás. Si yo puedo, tú puedes.

Por mi parte nada más que añadir. Estaba un poco inseguro a la hora de compartir esto pero creo que puede servir a alguien. Déjame un comentario aportando tus ideas y opiniones, siempre desde el respeto, y nos vemos en la siguiente entrada. Gracias por formar parte de estos pedacitos de mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenta si no quieres ser un simple numerito en mi indicador de visitas.