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domingo, 23 de noviembre de 2014

Baños de Elvira | Baños árabes. Crítica

Estos baños tienen lo que los demás tanto buscan: auténtica distinción y personalidad. No apto para snobs.

Hola a todos, soy Leo Sarmed y como podréis ver, me estoy aficionando a esto de los baños árabes. No puedo quejarme, Granada me está mimando mucho y hace poco recibí la tercera invitación a pasar un momento relajante en un spa.

Antes de empezar quiero agradecer a Baños de Elvira, no sólo su invitación, sino su atención, su cuidado y, muy especial y notablemente, su cercanía en el trato.
Dicho esto, paso a presentaros lo que este sitio os puede ofrecer, con total subjetividad (para eso soy blogger) y de la forma más completa (y útil) que me sea posible.

Debo reconocer que en un principio sentí algo de decepción. Esto se debe a que el lugar marca claramente la diferencia respecto a los sitios que antes he visitado. Cuando uno visita unos baños árabes parte de una imagen que tiende más al lujo y a lo que yo llamaría "motivos para presumir luego con los amigos". No encontraréis un ambiente árabe majestuoso, no os ofrece un recorrido temático muy completo y no notaréis la presencia de mucho personal como si de un palacio se tratase; no... este sitio os ofrece algo totalmente distinto y que luego supe ver.

En mi exigencia previa, apuntaba mentalmente un vestuario con taquillas pequeñas, unas zapatillas para el uso en los baños mejorables y un control de redes y marketing online algo defectuoso (me fijo en todo). La dificultad de su localización puede ser asimismo un punto negativo si tenemos en cuenta que la primera impresión también cuenta. Como digo en el encabezamiento, todo esto son observaciones de un snob cualquiera que no sabe apreciar lo realmente bueno. Lo he comentado porque considero que la información debe ser lo más completa posible y estar argumentada. Estos puntos tratados son los que no convencerían a alguien que buscase la imagen típica de otros "spas", pretendiendo colmarse más de imagen que de sensaciones o incluso trascendencia.

Ahora pasamos a mi parte favorita, quiero presentaros el alma de Baños de Elvira. Sí, digo bien, el alma; y me gusta recalcarlo porque no existe palabra que defina mejor lo que ofrece.



El lugar es sumamente cercano, acogedor, ideal para personas que busquen un ambiente más íntimo, más "privado".Su aforo máximo de ocho personas permite a sus usuarios gozar del espacio y estrechar vínculos con sus acompañantes de la mejor forma posible.
Si habéis leído otras críticas que hice de baños, recordaréis que ya dije de otros que ayudan a nutrir esa conexión con esa persona especial o familiar. Aquí esa característica se eleva al máximo exponente.

Sus mimos se hicieron notar con la entrada en las termas. Allí tenían una barra con bastante té (delicioso, por cierto), agua fresca, fruta (melón en ese caso), bombones rellenos con chocolate fundido y posibilidad de tomar un zumo de frutas a elección.
Su sala de reposo es ideal para degustar esas maravillas mientras se observa una estancia de envidiable belleza.
La piscina de agua caliente y chorros es una zona estupenda para dejarse llevar por la flotación y sumergirse en un ambiente despreocupado. 
Mi lugar favorito es el baño de vapor. Su forma de abrirte los pulmones y purificarte por dentro, haciéndote sudar y limpiando cada poro de tu piel es, cuanto menos, placentero. Perfecto para dejar también la mente en blanco y que surjan ideas o fantasías al azar.
No puedo olvidarme del agua fría, aunque ya sabéis que nunca consigo entrar en esa piscina (es superior a mí).

¿Qué decir del masaje? Lo que destacaría de la masajista no es tanto la técnica como la energía que transmite. Antes de nada puntualizar el delicioso olor afrutado que reposa bajo la camilla de masaje; contribuye a estimular los sentidos y relajar la mente.
Cuando aquellas delicadas manos entraron en contacto con mi piel, el único pensamiento que se adueñó de mí fue ese de "Todo va bien". Nunca antes me había pasado, y es que la técnica (que también está muy conseguida) logra estimular las terminaciones nerviosas mientras que la energía te inculca ese estado o mantra único.


***


EXTRA:
Pues el plato fuerte lo he dejado para el final. Baños de Elvira ofrece un servicio que me ha ENAMORADO completamente. Ya anunciaban en su página web la posibilidad de sesiones nudistas el primer y tercer martes de cada mes, pero me enteré de algo mucho mejor aún:

Por 150€ (un precio no muy alto si lo pensáis bien), puedes asistir a una exclusiva e íntima sesión a solas con tu pareja (aunque el personal de los baños sí que estará cumpliendo con su labor). Esta sesión te permite también disfrutar del circuito desnudo, recibir un masaje de media hora para ambos miembros de la pareja, degustar los bombones, el té, el zumo, la fruta y... ¡una buena botella de cava!

Venga, decidme que no daríais todo por disfrutar de unos baños árabes a solas con esa persona especial y desnudos (qué íntimo todo).

Y como yo soy muy fantasioso, resulta que se me ha antojado eso muchísimo. Además, hay una personita a la que me encantaría sorprender así. El problema es que mi situación de estudiante becado no me permite ni tan siquiera plantearme un gasto así.
No quiero plantear la cuestión del dinero, sino de las ideas. Personalmente opino que las ideas pueden mover mucho cuando el dinero no lo hace. Por eso, quiero pediros ayuda a vosotros.
Os propongo un trato: vosotros me dais ideas para poder conseguir ese momento tan mágico y yo a cambio escribiré un post detallando cada momento del día en que lo haga realidad. Además, podría escribir un relato sobre la experiencia, dándole todo ese toque maravilloso característico de la mezcla única entre realidad y fantasía.

Por cierto, si queréis entrar en su web y ver todo lo que os ofrece, aquí os la dejo:

Y ya está.


¿Qué os parecen estos baños?
¿A quién regalaríais un momento relajante en spa?
Dejadme vuestros comentarios abajo o en mis redes sociales.

Como siempre, mil gracias por estar ahí en cada momento y formar parte de todo esto. Porque VOSOTROS lo hacéis posible.

Un abrazo muy grande y...
¡Hasta la próxima!

domingo, 26 de octubre de 2014

Hammam Al Ándalus | Sumérgete en la historia

Vuelvo a abriros las puertas de mi sueño; esta vez para sumergiros en la historia.

Granada es una ciudad que no deja de sorprenderme muy gratamente. En esta ocasión, debo agradecer a Hammam Al Ándalus Granada la invitación a sus baños. La experiencia superó todas mis expectativas, por lo que ahora quiero intentar apresar en palabras todo ese cúmulo de sensaciones del que fui partícipe.

Te puedes encontrar con el primer estímulo en el exterior. El lugar está situado en una calle cercana a la Alhambra, en una zona muy turística de la ciudad. Ya paseando entre sus adoquines percibes el embriagador olor a relax y evasión que emanan los baños. 

Cuando atraviesas la puerta de entrada, el tiempo se detiene; entonces te das cuenta de que has entrado en otra dimensión.
La atención y amabilidad del personal es algo que no debe pasar desapercibido, dignas también de mención.

La espera del turno de entrada tiene lugar en un patio de temática muy cuidada, con música árabe relajante, fragancias evasoras, una fuente acompañando el sonido, unos sofás muy confortables y el mejor té que he probado hasta la fecha (té verde con menta).

El siguiente paso antes de entrar en las termas es la entrada a los vestuarios. Decir que éstos están muy bien equipados, (puedo hablar sólo del masculino), cuentan con gel de ducha, espuma, gomina, secadores y taquillas automáticas. Además, tienen cortinas en sus distintos compartimentos para aportar cierta privacidad durante el cambio de ropa.

La primera estancia con la que nos podemos encontrar es la sala fría (17º-18º), con piedra para sentarse a tomar el té y una piscina de agua fría. Reconozco que no soy capaz de entrar en esas piscinas, pero quienes lo hacen lo recomiendan encarecidamente, ya que relaja en gran medida la musculatura y, según he escuchado, marca bastante la diferencia.

Siguiendo el recorrido, pasamos a otra sala en la que podemos tomar el té disfrutando de la decoración árabe de los baños. En ese mismo lugar podemos disfrutar de unas muestras de olor de lavanda, rosa, flor del granado y ámbar rojo. Es todo un estímulo para los sentidos.

A mano izquierda dejamos un precioso arco árabe para entrar en una piscina alargada de poca profundidad, ideal para dejar el cuerpo flotar. Quisiera remarcar esa experiencia. Me situé en el centro de aquella gran piscina y, tras observar el pasillo y la bóveda de tan temática imagen, dejé mi cuerpo a voluntad de las ondas del agua. Perdí la noción de mí mismo, fue como fundirme con un todo durante un instante de esos fugaces y eternos.

Mi piscina favorita es la de agua caliente. Descender un par de escalones y dejarse sumergir totalmente, sintiendo el calor abarcar tu cuerpo, es caer en la gloria. Todas esas sensaciones que entran por la piel parecen ascender a la cabeza y colmarte totalmente de un placer sumamente relajante, o un relax sumamente placentero, según se mire. También me gusta por lo exquisito de su decoración. Las paredes presumen sus motivos árabes dorados y tras una pequeña bóveda emana un hilo de agua.

La siguiente piscina es la de agua templada. Más amplia que las anteriores y más profunda. Ideal para relajarse entre sus columnas. Yo aprovechaba su temperatura para relajarme tras un rato de calor en la piscina caliente o el baño de vapor.
Este último es también muy relajante, pero sobretodo diría que purificador. Sudar sentado en la piedra caliente y respirando vapor te hace sentir más limpio, por fuera y por dentro. Es como si toda la suciedad y la energía negativa emanase de tu interior y saliese por los poros de la piel para no volver. Allí inspiraba yo el aire a bocanadas para llenar bien mis pulmones y limpiarlos. Mencionar también que es bueno para diversos problemas circulatorios y personas fumadoras.



Y ¿qué decir del masaje? Tuve el enorme gusto de poder disfrutar de un masaje de media hora que recorrió mi espalda, piernas, brazos, cabeza y cara. Sé que me estaréis envidiando un poco, pero permitidme que me deleite en la explicación de lo que supuso para mí todo ello.
El masaje te lo pueden dar con aceites de los distintos olores que antes mencioné. Yo elegí el de ámbar rojo y creo que no me equivoqué.
Resulta indescriptible la forma en que los dedos se movían sobre los puntos claves de mi cuerpo y estimulaban mis terminaciones nerviosas. Podía sentir esas corrientes eléctricas ascender hasta mi nuca y un leve cosquilleo en mi cabeza.
Tras el masaje, dejé de ser persona. Me recomendaron echarme en la piedra redonda que había al fondo del pasillo y eso hice. Me tumbé en la calidez de aquella roca y quedé pronto absorto bajo una bóveda estrellada; fue mágica esa forma de olvidarme del mundo y de mí mismo, pasar de todo y limitarme a sentir, dejar de pensar.

Es muy difícil encerrar en simples palabras todo ese conjunto de imágenes, olores, música, tacto... Lo que más llama la atención y aplaudo es el lugar en sí. Te dicen "sumérgete en la historia", y llevan razón, puedes hacerlo sin problemas. Cuando entras, pasas a otro mundo, a otra dimensión, a otro tiempo pasado. 


Piscina de agua templada.

Al salir, vi el mundo de otro color. El cuerpo me pesaba menos y me di cuenta de que la vida tiene reservado para nosotros muchos mimos, que nos quiere. No todo es malo chicos, también hay espacio para la magia en toda esta realidad tan abrupta e imprevisible.

***

Sinceramente, doy mi aprobado a los baños por todo lo que he expuesto aquí. Me gustaría que esto no se quedase en meras frases, sino que os dieseis un caprichito y probaseis sus instalaciones para sentir en vuestra propia piel lo que he intentado describiros. Cada persona es un mundo y cada cual percibirá esos estímulos de maneras distintas, pero estoy seguro de que siempre será una experiencia muy agradable y digna de contar.

Quería compartir con vosotros esto porque valoro su calidad y porque ha sido uno de los "regalos" que Granada me ha dado y está dando. Esta ciudad me enamora y quiero haceros partícipes de cada detalle que la hace especial.

Os recomiendo mucho visitar esta ciudad y, si os pasáis por aquí y estáis interesados en el lugar del que os he hablado, aquí os dejo el enlace a su web: 
http://granada.hammamalandalus.com/

Ahí encontraréis toda la información sobre sus servicios y tarifas, así como ofertas y enlaces a sus redes sociales.



Y me gustaría saber:
¿Os gustaría ir a unos baños árabes?
¿Cuál es vuestra mayor fantasía?
Hacédmelo saber en los comentarios, que ya sabéis lo que me gusta leeros.

Por mi parte poco más que decir. Espero que os haya gustado este trocito de sueño que he compartido.

Muchas gracias, como siempre, por estar ahí y hacer que todo esto sea posible.


Un abrazo muy grande y...
¡Hasta la próxima!


*Imágenes del post cedidas por el departamento comercial de Hammam Al Ándalus Granada para su uso exclusivo en el mismo.