viernes, 26 de septiembre de 2014

Perspectiva sobre el amor

Es triste decir esto, pero no creo en el amor. Hace tiempo lo veneraba, pero ya no.

Quizás os venga a la mente una existencia sin esperanza ni sentido... eso es lo triste.
Yo creo en la vida. Ya no pienso en momentos eternos, pues sé que lo único eterno es el presente que nos abraza y pertenece.

Lamento ser de alguien y relegar a esa única persona toda la esencia de lo que soy y lo que quiero; mis aspiraciones, mis deseos, el motor de todo mi movimiento. Por eso ya no creo en el amor, porque no hay persona que valga todo eso...

No te compadezcas de mí si has caído en el amor. Yo no amo, yo quiero.
No te compadezcas por una sencilla razón: no soy infeliz ni lo pretendo, no estoy acabado ni caí del cielo; yo aprendí a ser feliz por mí mismo, sin depender de nadie, de ninguna caricia o presencia, mirada, gesto, atisbo... Aprendí a valorar todo aquello que está más lejos: la amistad, la familia, los momentos e incluso lo efímero de las cosas pequeñas y fugaces.

No llores, enamorado, cuando se vaya la felicidad que regalaste, porque el amor enfermizo no deja de ser eso, depositar tu felicidad en alguien que tarde o temprano se irá. ¿Sabes qué? Quiérete a ti mismo porque eres lo único que no te va a faltar nunca.

***

Bueno, debo confesarme: sí creo en el amor, pero desde otra perspectiva. Creo en ese amor que está más allá del dolor, en el que alcanza límites insuperables y no necesita ser llorado en el recuerdo.


Creo en esa clase de amor que te da la felicidad, no te la presta. En ese amor creo.

***

¿Qué es para vosotros el amor? 
Dejadme vuestras opiniones y puntos de vista en los comentarios.

Muchas gracias por estar ahí una vez más y formar parte de todo esto. Ya sabéis que sin vosotros no sería posible.


Un abrazo apretado y...
¡Hasta la próxima!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenta si no quieres ser un simple numerito en mi indicador de visitas.